miércoles, 22 de abril de 2009


UNA PEQUEÑA REFLEXION

La vida es como un rio, nunca se sabe cuando llegaran las aguas crecientes o cuando quedara seco, si algún dia inundara todo a su paso o desaparecerá para siempre, si hay rápidos que saltear o por el contrario son aguas tranquilas y cristalinas.

Nunca se sabe cuando asaltará la tranquilidad de tu alma, ni cuando irrumpirá sin avisar en tu corazón la ilusión de un nuevo reto.

La vida, algo tan fragil como un cristal que se rompe con el mínimo golpe, o brilla como se si tratase del mejor diamante.

El espejo del alma, la vida, todo se marca en el corazón y todo se refleja en nuestro ojos, brillantes o apagados,todos tienen la chispa de haber vivido interminables horas de diversión y de pesares, de ilusiones y desengaños.

La vida, a la que tanto nos aferramos cuando se escapa por la ventana, por la que luchamos con todas nuestras fuerzas aunque haya sido desagradecida con nosotros.
Esa por la que tanto lloramos y reímos, la misma que te da sorpresas amargas y duces.

La misma que cada uno vive a su manera, o a la manera que le han dejado.

Solitaria cuando quiere y agradecida en compañías cuando menos lo esperas.

Tan desequilibrada como una balanza rota, o todo va bien, o todo va mal, no hay termino medio, y si lo hay, son pocos segundos de una breve estabilidad en la que se suponde que encuentras el rumbo de tu vida y sim embargo en cualquier momento vuelve a cambiar. Tan inestable como el tiempo.

La misma que va marcando el paso de las horas, los días, las semanas, los años.

Aquella que cuanto mas tiempo estas en su compañía, más aprendes de ella y de las oportunidades o revuelcos que te ofrece.

La que con solo un destello ilumina todo a su paso y te hace sonreir, esa misma que apaga las luces en mitad de un sendero y te pierdes en las espesas matas del camino.

En fin, nuestra vida, distinta de cada una y a la vez tan parecida a las demás.

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